El 30 de junio de 2021 un grupo de mujeres, la mayoría madres solteras y migrantes, se organizaron y ocuparon un baldío en el barrio la Conteinera de la Villa 31. El predio estaba abandonado hacía años.

Durante tres meses, sostuvieron la toma colectivamente. Compartieron comidas, organizaron asambleas, se acompañaron en el cuidado de lxs niñxs, coordinaron rondas de autodefensa y comenzaron a construir sus casas a la vez que un espacio de refugio para ellas y otrxs compañerxs en situación de violencia.

El 30 de septiembre, sin aviso previo, más de setecientos policías de la Ciudad de Buenos Aires, desalojaron el predio. Pasaron con topadoras por encima de sus casas sin darles tiempo a que sacaran sus cosas. Lo poco que quedó lo incendiaron.

En noviembre nos encontramos por primera vez con las integrantes de la toma en el lugar donde habían estado sus casas. Generamos espacios y momentos de escucha. Nos volvimos a encontrar en ese mismo lugar, leímos en voz alta y corregimos juntxs. En esta publicación están sus voces:


“Primero migramos de país en país

después vamos de alquiler en alquiler

y de repente la toma fue nuestro hogar

¡nuestro hogar!

Antes estábamos todas dispersas

y en la toma, nosotras y los chicos,

nos sentíamos con autoridad

con autonomía.

No es solo la lucha por una vivienda

es el sueño de tener un hogar

un lugar de pertenencia

una comunidad, una familia

un espacio que sientas propio

que puedas cuidar

que puedas hacer crecer."


Co-edición: YoNoFui - Reunión


Toma, ocupación, recuperación #1. Villa 31

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El 30 de junio de 2021 un grupo de mujeres, la mayoría madres solteras y migrantes, se organizaron y ocuparon un baldío en el barrio la Conteinera de la Villa 31. El predio estaba abandonado hacía años.

Durante tres meses, sostuvieron la toma colectivamente. Compartieron comidas, organizaron asambleas, se acompañaron en el cuidado de lxs niñxs, coordinaron rondas de autodefensa y comenzaron a construir sus casas a la vez que un espacio de refugio para ellas y otrxs compañerxs en situación de violencia.

El 30 de septiembre, sin aviso previo, más de setecientos policías de la Ciudad de Buenos Aires, desalojaron el predio. Pasaron con topadoras por encima de sus casas sin darles tiempo a que sacaran sus cosas. Lo poco que quedó lo incendiaron.

En noviembre nos encontramos por primera vez con las integrantes de la toma en el lugar donde habían estado sus casas. Generamos espacios y momentos de escucha. Nos volvimos a encontrar en ese mismo lugar, leímos en voz alta y corregimos juntxs. En esta publicación están sus voces:


“Primero migramos de país en país

después vamos de alquiler en alquiler

y de repente la toma fue nuestro hogar

¡nuestro hogar!

Antes estábamos todas dispersas

y en la toma, nosotras y los chicos,

nos sentíamos con autoridad

con autonomía.

No es solo la lucha por una vivienda

es el sueño de tener un hogar

un lugar de pertenencia

una comunidad, una familia

un espacio que sientas propio

que puedas cuidar

que puedas hacer crecer."


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